~ Ficha Técnica ~

 

Título Original: Ano natsu, Ichiban shizukana umi

                                 (A Scene at the Sea)

País: Japón

Año: 1991

Duración: 100 min.

Género: Drama romántico

Director: Takeshi Kitano

Intérpretes: Kuroudo Maki, Hiroko Ôshima, Susumu Terajima

Guión: Takeshi Kitano

Música: Joe Hisaishi

Fotografía: Katsumi Yagishima

 

 
 

 

~ Argumento ~

Shigeru, un adolescente sordomudo que trabaja como recogedor de basuras, encuentra un día una vieja tabla de surf. El objeto despierta en él el sueño de convertirse en un gran campeón de este deporte a pesar de que nunca lo haya practicado. El joven restaura la tabla y aprende a manejarla. Aunque al principio se convierte en la burla de los demás surfistas, Shigeru acaba ganándose el respeto de todos ellos con la ayuda de su novia, Takako, también sordomuda. Incluso empieza a ganar competiciones gracias a su esfuerzo y dedicación.

 

~ Valoración ~

Ano natsu, Ichiban shizukana umi, título por el que se conoce esta película en Japón, es la tercera película dirigida por Takeshi Kitano, donde experimenta con el silencio en una historia de amor y de sueños. No sólo los diálogos, sino todo el sonido -salvo la música- se basa en el silencio. En esta ocasión, Kitano deja de lado la violencia que normalmente protagoniza sus películas y apuesta por un tono poético a través del silencio. La fotografía dominada por el azul del mar (rodada en una parte de la bahía de Tokyo donde el agua estaba muy sucia por la contaminación) se convierte en uno de los elementos más interesante de la película y se enmarca dentro del denominado "azul Kitano" que caracteriza la filmografía del director reiterando el paso del tiempo a través de la imágenes del mar.

 

~ Música ~

Mención especial merece la banda sonora, que fue compuesta por Joe Hisaishi, creando así la primera composición para Kitano, en una buena muestra de lo que, a posteriori, compondría para las otras películas del director. Igual que en Sonatine (1993), Kids Return (1996) o Kikujiro no natsu (1999), la música está repartida en un conjunto de melodías que se van repitiendo a lo largo del filme. Si bien los efectos de sonido son casi inapreciables, la banda sonora desempeña un papel muy importante en el transcurso del filme, hasta su esplendor final en el desenlace de la historia. La música ayuda a los dos sordomudos a crear su mundo de silencio: como si ellos mismo fueran los artífices de la música.